El fortín Boquerón, el detonante de la batalla.

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Todos los esfuerzos por llegar a un acuerdo fueron en vano, pues para los bolivianos era insuficiente contar con un puerto en el afluente del río Paraguay. Enfrentarse en la Batalla de Boquerón sería apenas el inicio de una serie por retomar las acciones diplomáticas hasta solucionar totalmente esta disputa. Los bolivianos bien sabían que contaban con suficientes recursos para derrotar a las fuerzas militares paraguayas, a las que superaban tanto en tecnología como en número, ya que contaban con 250.000 hombres, mientras que los paraguayos solo contaban con 150.000 hombres.

También tenían un buen equipamiento y el respaldo financiero de la bonanza financiera por la que estaban pasando. Asimismo, contaban con una población que triplicaba al millón de paraguayos que en ese momento habitaban en el país. Sin embargo, las fuerzas de Bolivia se vieron seriamente afectadas por el clima de Boquerón. 

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El desarrollo de los hechos en la Batalla de Boquerón.

A las fuerzas de Bolivia les correspondió desplazarse por tierras desoladas a temperaturas totalmente contrarias al frío andino que habitualmente les confortaba en sus tierras. Habiendo llegado al sitio, extenuados, con 12.000 hombres, se verían enfrentados por el ejército paraguayo que había arribado con 8.000 combatientes a la isla Poí. En ella se dedicaron a levantar una pista de aterrizaje, lo que sumaba puntos a su estrategia. Asimismo, pronto se les adicionarían 1.500 hombres al suroeste del Chaco, 3.000 más por la región del Alto río Paraguay y 3.000 refuerzos que muy pronto entrarían en las filas, provenientes desde Asunción.

Los servicios de inteligencia boliviana interceptaron los mensajes de mando que instaban al ejército paraguayo a tomar el fortín Boquerón. Así que enviaron una flotilla de aviones a ametrallar a los 18.500 soldados durante su movilización hacia el mismo. Sin embargo, sus hombres resistieron tomando por asalto el fuerte donde apenas se encontrarían a 619 soldados del bando contrario. En un esfuerzo sin precedentes, los bolivianos resistieron tanto como pudieron en un enfrentamiento cruento y despiadado. Sorprendentemente, los bolivianos solo perdieron a 150 hombres, mientras que las fuerzas paraguayas tuvieron 7.000 bajas militares.

Sin embargo la situación no quedó allí. La Sociedad de Naciones, cuyo equivalente hoy día sería la Organización de Naciones Unidad, intervino en el conflicto, obligando a los bolivianos a evacuar la fortificación. Además, Paraguay fue etiqueta de país agresor y se vio obligada a restituir la edificación que habían reducido a cenizas. Pero el objetivo había sido logrado: el fortín Boquerón fue recuperado como un acto de orgullo nacionalista que buscaba fervientemente recuperar la región del Chaco Boreal.