«Si tu Ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo.” Salmo 119:91-92
Dios nos dio su palabra para que la usemos en nuestras vidas. La Biblia, su palabra escrita para nosotros, contiene las promesas, los consejos, las enseñanzas y las advertencias para que podamos vivir una vida que le agrada. Pero, muy pocas veces la usamos en nuestro día a día, incluso algunos pueden vivir sin usar estos beneficios para su vida. A pesar de que la Biblia contiene tantas bendiciones para nosotros, no es un libro mágico, sin que uno debe acercarse a ella creyendo y valorando lo que Dios dice en ella. De esta forma extraemos todo lo que espiritualmente necesitamos para que nuestro corazón se afirme en Dios y podamos crecer en nuestra fe.
Lo primero que debemos entender es que La Biblia puede ayudarnos en tiempos difíciles solo si dejamos que limpie nuestras vidas.
¿Cómo puede el joven mantener limpio su camino?
Viviendo conforme a tu palabra. Salmo 119:9
La palabra de Dios nos ayuda en las situaciones difíciles dándonos gozo y esperanza recordándonos las promesas de Dios, su grandeza y su infinito amor.
“Todo subsiste hoy, conforme a tus leyes, porque todo está a tu servicio. Si tu Ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo.”
Salmo 119:91-92
La palabra de Dios nos ayuda dándonos luz, alumbrando nuestro camino. A través de su palabra recibimos entendimiento para saber cómo actuar en las distintas situaciones que se nos presentan.
“Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. La exposición de tus palabras nos da luz y da entendimiento al sencillo.”
Salmo 119:105, 130