Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas. Salmos 147:3
¿Qué es el Dolor Emocional?
A lo largo de nuestra vida, vamos experimentando situaciones favorables o desagradables éxitos, alegrías, frustraciones o decepciones. Cuando estamos atravesando alguna realidad negativa, muchas veces es inevitable eludir al sufrimiento, la angustia o la preocupación. Pues bien, cuando este sufrimiento es prolongado en el tiempo o no sabemos gestionarlo de manera correcta es cuando se le denomina dolor emocional. Puede ser percibido o llevado de manera diferente entre una persona y otra, cada situación y cada persona es un mundo diferente y cada uno gestiona o los afronta de diferentes maneras.
Como detectar si padecemos dolor emocional
1.- Por lo general la persona que padece de dolor emocional, puede estar mucho más alterada de lo normal e incluso cuando alguna situación le sobrepasa pueden tener dificultad para poder controlar su temperamento, desencadenando un estado de ira que les cuesta controlar.
2.– La persona que sufren de dolor emocional, suelen sentir miedo, angustia, inseguridad provocando esto que su actividad normal se vea mermada.
3.– La persona que sufre de dolor emocional también presenta algunas alteraciones en el sueño, el insomnio. Al verse alterado el ritmo de su sueño, están agotados y sin ganas de hacer nada, provocando esto el descuido personal.
4.- Otro signo que debemos prestar atención es, si el sentimiento de culpa está muy exaltado. Y otras señales de alarma
En estas realidades hay personas que sacan el lado positivo y lo consideran como una parte del aprendizaje de la vida. Pero sin embargo hay otras personas que no logran gestionar estos sentimientos negativos, provocando una serie de síntomas físicos en su cuerpo.
Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas. Salmos 147:3
“Quebrantados de corazón” hace referencia al interior de la persona, abarcando la mente, voluntad y las emociones. De este modo, el Salmista nos recuerda que Dios es capaz de sanar toda clase de heridas.
“Él sana”, lo cual significa que esta sanidad es un proceso continuo. No es un acto único, más bien, es un acto sobrenatural que puede ocurrir una y otra vez en la vida de los quebrantados de corazón. El cuidado compasivo de Dios está a nuestra disposición en todo nuestro proceso de sanidad.
Dios sana las heridas emocionales. Dios no nos abandona con nuestras heridas. Él entra en nuestras vidas, sana nuestros corazones. Dios seca nuestras lágrimas y nos renueva con una sonrisa en el corazón.