Dios fuente de nuestra alegría.

La alegría se refiere a una reacción general de complacencia que puede ser constante si tenemos conciencia de logros que nos proporcionan una sensación de plenitud y bienestar.

En la Biblia, la alegría indescriptible es un gozo que se experimenta al confiar en Jesucristo a pesar de no verlo, según 1 Pedro 1:8.

Hay emociones que son muy difíciles de entender, como la alegría en situaciones adversas, pero la actitud es muy importante en esos momentos y ese cambio ocurre cuando conocemos a Dios y entregamos nuestras vidas al Señor.

La alegría inexplicable se refiere a que nuestros corazones se abran a una medida mayor de gozo que la que hemos experimentado hasta ahora y que tengamos la sabiduría y la fe necesaria para aferrarnos a ese gozo como muestra del amor de Dios.

Jesús nos dice una expresión preciosa: «Hay más alegría en el cielo, los ángeles de Dios tendrán más alegría por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse». De esta alegría nos estamos refiriendo: el gozo del corazón de Dios, la alegría de Jesucristo. Es increíble pensar que podemos provocar una celebración en el cielo y en el corazón de Dios cada vez que esto sucede.

Estamos diseñados para ser sorprendidos continuamente por las maravillas de nuestro Padre celestial, pues su amor por cada uno de nosotros es tan grande. Estar lleno de gozo es la respuesta natural al ver cuán bueno es Dios en comparación con lo verdaderamente quebrantados que estamos nosotros. La alegría es el resultados de una relación verdadera y tangible con un Dios que dio su propia vida únicamente por tener una relación restaurada con nosotros.