Nuestro hogar debería de ser un espacio que nos transmita paz y tranquilidad para estabilizar nuestro equilibrio emocional y mental. No se trata solo de conseguir un espacio físico agradable, es importante mencionar de otras cuestiones que no son pasajeras y es nuestra vida espiritual, el crecimiento que forjaremos como persona.
En Japón es muy conocido el método de 5 S. Las eses son la inicial de las palabras SEIRI (clasificación), SEITON (orden), SEISO (limpieza), SEIKETSU (estandarización) y SHITSUKE (constancia).
Todas estas clasificaciones podrían influir en un espacio físico acogedor y agradable, honestamente estos factores son importantes, pero no esencial. Estas características podrían ser solo en lo exterior y en el interior que descripción le daríamos.
Dios hizo a la mujer con muchas características especiales que la hacen un ser único y maravilloso, aquella mujer que utiliza estas cualidades para hacer el bien, tendrá una vida exitosa en todos los sentidos. Cuando una mujer decide poner a Dios como el centro de su vida nunca pasará desapercibida ya que sus acciones demostraran que alguien poderoso esta con ella ayudándola a tomar sus decisiones.
A continuación, cinco virtudes de la mujer según Proverbios 31: 10-31
Sabia: Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua. (Proverbios31: 26)
Las palabras bien dichas en la boca de una mujer son poderosas ya que no habla su propia inteligencia sino con los principios de la palabra de Dios, ya que ella reconoce la autoridad que tiene la palabra y la utiliza para edificar su familia y su entorno.
Sincera: El corazón de su marido está en ella confiado. (Proverbios 31: 11)
Una mujer sincera que habla siempre con la verdad inspira confianza no solo en su familia sino en todo su entorno, la mujer sincera puede hablar con verdades que no hiere el corazón de su esposo y familia al contrario, edifica y fortalece la relación.
Segura: No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles. (Proverbios 31: 21.)
Una mujer que ha hecho bien su trabajo y que ha tomada todas las medidas necesarias para enfrentar las dificultades de la vida se sentirá segura ya que nada le tomará por sorpresa. Una mujer segura inspira confianza tiene autoconocimiento de si misma y es responsable de sus acciones.
Sensata: La mujer sensata cuida las finanzas de la familia, sabe acoplarse a los tiempos de abundancia, y a los de escasez, es promotora de ahorro, y no derroche. (Proverbios 31:11-12).
La mujer virtuosa es prudente a la hora de tomar decisiones acertadas para su familia, demuestra madurez en las diferentes situaciones que atraviesa y es consciente de sus habilidades como persona
Sencilla: Engañosa es la gracia, y vana la hermosura. (Proverbios 31: 30)
Una mujer sencilla no se complica ni se afana por estar al último grito de la moda, ello tampoco significa que debe descuidar su cuidado personal pero esta consciente que la belleza externa es pasajera y se ocupa de su belleza interior. La mujer virtuosa sabe que un interior hermoso se construye amando la vida y deshaciéndose de las ausencias y de los sentimientos negativos.
Conclusión:
Ser una mujer virtuosa va más allá de querer, es más de un accionar de una búsqueda constante de Dios para que podamos ver todos estos frutos en nuestra vida.
Señor te pido que me ayudes a ser una mujer virtuosa como dice en tu palabra, dispone en nuestro corazón el querer como el hacer, porque necesitamos de tu sabiduría y tu presencia en nuestra vida en el nombre de Jesús, Amén.