La palabra emoji tiene origen del japonés y está compuesta de “e” que significa imagen y “moji” que es letra o carácter. Así que podemos definirlos como pequeños pictogramas que sirven para expresar ideas, situaciones cotidianas, emociones o sentimientos humanos, a través de la comunicación digital.
Estas imágenes o caritas retratan muchas veces las emociones del ser humano, que por naturaleza es emocional y si bien somos capaces de razonar, también somos quienes más fácilmente nos adentramos en lo que sentimos y pensamos, lo cual muchas veces puede resultar positivo pero también negativo. Las expresiones faciales y corporales de las personas delatan sus sentimientos, miedos, felicidad, tristeza, y un sin fin de emociones que se apoderan de nuestro ser.
Una de las emociones que puede paralizar al ser humano es el miedo, se considera una de las emociones más básicas, probablemente incluso la más primitiva de todas ellas. El miedo pone todo nuestro cuerpo y mente en un estado de alerta cuando percibe algún estímulo con el potencial de representar un peligro, tanto para la integridad física como para integridad emocional.
Sin embargo, ¿Qué dice la Biblia acerca de nuestras emociones, principalmente en la forma de manejar esos sentimientos que se nos presenta a través de las situaciones?
Cuidar de las emociones y lograr que se interpreten de manera adecuada aportando a nuestra vida tranquilidad y estabilidad es lo ideal que, como seres racionales, podemos lograr con la finalidad de disfrutar de los resultados satisfactorios.
Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Salmo 34:4
Hay emociones positivas, como la alegría, el amor y la confianza, así como emociones negativas, como la ira, la tristeza o la envidia. Todas estas emociones pueden ser utilizadas para el bien o el mal.
Muy contrario al miedo esta la alegría que es una emoción que provoca agrado. Este sentimiento invita a la positividad a la hora de relacionarnos con el entorno social. Del mismo modo, produce una reconfortante sensación de satisfacción capaz de mejorar la comunicación por el simple hecho de querer compartirla con el resto.
Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría. Salmo 94:19
La Biblia es una gran fuente para entender de como reaccionar cuando se presentan en nuestra vida ciertas emociones y tenemos la mejor manera de tomar decisiones con estos sentimientos impredecibles porque muestra lo que Dios también ha sentido.
Dios nos puede conducir a la estabilidad y seguridad que necesitamos, por que esta con nosotros y nos ama y demuestra su amor a través de cada situación. En Dios encontramos confianza en nosotros mismos y sanidad en nuestras emociones del interior si así lo requerimos.