Metamorfosis

Una metamorfosis es una transformación o un cambio en la forma. Etimológicamente procede del latín metamorphōsis. Esta palabra está formada por meta- (más allá) morph- (forma, estructura).  Las mariposas son muy famosas por el proceso en que una oruguita se transforma en una obra de arte con alas. Pero no son las únicas que atraviesan este cambio vital drástico, denominado metamorfosis completa.

Un 75 por ciento de los insectos conocidos como abejas, escarabajos, moscas y polillas se desarrollan en cuatro etapas: huevo, larva, pupa y adulto. Lo más asombroso de la metamorfosis completa es lo distinto que son el aspecto y el comportamiento de la larva frente a los del adulto.

Si pensamos en el ser humano, de una forma simbólica, podemos ver esta transformación como el cambio más profundo que puede vivir una persona. Más que nada “En dejar de ser para empezar a ser”. No basta con tener solo la intención, hay que realmente desear ser una vasija en las manos de Dios para obtener cambios significativos. Dios nos llama a ser cada vez mejores, a través de las pruebas somos renovadas y transformados en aquellas mariposas asombrosas que admiramos por sus colores.

Todos como seres humanos deseamos cambiar en algún aspecto de nuestras vidas, este proceso es una obra progresiva de Dios que nos lleva a estar cada vez más libres del pecado y ser más semejantes a Cristo. Si nuestro entendimiento está renovado en la Palabra de Dios, todas las cosas que vamos a creer y a pensar vendrán directamente de Dios, y así podremos avanzar.

Mas, nosotros todos, a cara descubierta mirando y reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. 2 Corintios 3:18

¡Qué bueno es saber que Dios no terminó su obra en nosotros, que sigue trabajando en nuestra vida y con esto estamos convencidos en el pleno proceso del cambio!