Todo comienza en el corazón, si queremos que las cosas cambien a nuestro alrededor, el cambio debe comenzar en el corazón. Se trata del lugar donde tienes tu voluntad, tu actitud e intenciones, y es la fuente de tus pensamientos, acciones y palabras. Necesitamos permitir que la presencia de Dios habite en él y entre a trasformar nuestro corazón.
Cuando el corazón no esta limpio, se convierte en un corazón duro, egoísta, siempre critica, siempre ve lo negativo, siempre esta viendo lo malo. Sino cambias voluntariamente, Dios permitirá que entre a nuestra vida alguna crisis que lo hará cambiar, si no queremos cambiar entonces Dios estará accionando. !Dios necesita cambiar nuestro corazón!.
Cuando decides dejar tu propia voluntad y entregar tu vida a Dios, Él limpia y purifica tu corazón. “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmos 51:10.
Dios desea convertir nuestros corazones en su morada, pero es crucial recordar que no habita en el desorden ni la rebeldía, sino en aquellos que humildemente le buscan y anhelan su presencia.
El lugar de Dios es en tu corazón.
Está escrito en Proverbios 4:23: » Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.»
En otras palabras, haz todo lo posible para mantener tu corazón puro, porque tú eres tu corazón; toda tu vida proviene de lo que sale del corazón, tus decisiones, tus acciones y reacciones.
Si tu corazón es puro, entonces todo lo que surge de tu vida es puro. Si tu corazón es impuro, entonces todo lo que surge de tu vida es impuro. Tus acciones son el resultado de lo que hay en tu corazón. Jesús lo dice muy claramente en Mateo 12:34-35: “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; Y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.” Porque de la abundancia del corazón habla la boca.»
Por lo tanto, se nos alienta a ser genuinos en todo lo que hagamos, recordando que aquellos con un corazón limpio son bendecidos al contemplar a Dios.
